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7 CONSEJOS INFALIBLES PARA CONSERVAR TUS QUESOS EN CASA

7 CONSEJOS INFALIBLES PARA CONSERVAR TUS QUESOS EN CASA

Cuando compramos un delicioso trozo de queso Quevedo, queremos asegurarnos de que se conserve en óptimas condiciones para disfrutarlo en su mejor estado. En este artículo, te brindaremos valiosos consejos sobre cómo conservar tus quesos en casa, garantizando su frescura y sabor. Aprenderemos qué envoltorios utilizar y cómo almacenar diferentes tipos de quesos para prolongar su vida útil.

1. Elige el envoltorio adecuado:

Evita mantener tus quesos envueltos en papel film, ya que este material puede alterar su sabor. En su lugar, emplea papel encerado o papel de horno para evitar que el queso adquiera sabores no deseados.

2. Almacenamiento de quesos duros:

Los quesos duros, como el Manchego o el Parmesano, se pueden envolver en papel encerado o de horno. Asegúrate de no envolverlos demasiado apretados ni demasiado sueltos. Es importante usar un nuevo trozo de papel después de cada corte para evitar la contaminación.

3. Cuidado con los quesos de pasta blanda y enmohecida:

Los quesos de pasta blanda, como el Camembert o el Brie, a menudo vienen en cajas de madera. Después de abrirlos, envuelve los trozos sobrantes con papel nuevo antes de guardarlos en la caja. Evita emplear cajas de cartón, ya que pueden humedecerse en la nevera y estropear el queso antes de tiempo.

4. Conservación de quesos frescos y en salmuera:

Los quesos frescos, como el Queso de Burgos o la Mozzarella, deben guardarse en sus envases originales bien cerrados. Si vienen en bolsas de salmuera, coloca los restos en un recipiente pequeño, asegurándote de que el queso esté cubierto por el líquido. Utiliza utensilios limpios al manipular estos quesos para evitar la contaminación.

5. Queso rallado:

El queso rallado es más difícil de conservar, ya que tiende a estropearse rápidamente. La mejor opción es comprar el queso en trozos y rallarlo en el momento de su uso. Si necesitas guardar queso rallado en la nevera, colócalo en una bolsa con cierre hermético y expulsa la mayor cantidad de aire posible. Consumirlo en pocos días es lo más recomendable.

6. Evitar la formación de moho:

Si los quesos duros comienzan a mostrar manchas blanquecinas o verdosas en el corte, no significa que deban desecharse por completo. Raspar la zona afectada o desechar la primera loncha puede ser suficiente. Para retrasar la aparición de moho, unta las caras del queso con aceite de oliva virgen extra.

7. Almacenamiento en la nevera:

El estante central de la nevera es la zona más adecuada para conservar tus quesos. Sin embargo, ten en cuenta que absorben fácilmente olores fuertes, por lo que es mejor evitar colocarlos cerca de alimentos con aromas intensos. Una opción conveniente es mantener los trozos de queso envueltos en una caja diseñada para organizar la nevera.

Conservar tus quesos Quevedo en casa de manera adecuada asegurará que siempre los disfrutes en su mejor estado. Utiliza los envoltorios adecuados, almacena cada tipo de queso según sus necesidades específicas y evita la contaminación cruzada. Sigue estos consejos y podrás deleitarte con los sabores y texturas excepcionales de tus quesos Quevedo durante más tiempo. ¡Disfruta al máximo de cada bocado!